martes, 11 de agosto de 2009

Los mapas significativos

Es una idea generalizada que hemos ingresado en una nueva sociedad denominada “era de la información”, donde el Internet y la Informática son los actores principales. El Internet nos ofrece múltiple información sobre los más variados temas y la Informática es la herramienta que nos permite acceder a dicha información. Basta con un clic y el enlace nos llevará de inmediato a la información requerida. El Internet es como una inmensa biblioteca donde las baldas, estantes y corredores no tienen fin y los libros no tienen catálogos y se presentan desordenados.

Es común en la enseñanza secundaria que, para la realización de trabajos de investigación, monografías, asignaciones o una simple tarea, los estudiantes recurran al Internet por ser el más sencillo y rápido y entretenido lugar donde recoger información. Se ha perdido la costumbre, y tradición, de visitar bibliotecas, de indagar en libros tangibles en vez de los virtuales. La información que se muestra en las páginas web tan sólo es visitada superficialmente, apenas se lee y las acciones más realizadas en una computadora conectada a Internet son “copiar” y “pegar”.

Pero la disponibilidad de información no equivale a conocimiento y la base de esta nueva era es precisamente el conocimiento. Entiéndase información como conjunto de datos y conocimiento como la comprensión y significación de la información. De esta manera, el reto de esta era es la creación del conocimiento a partir de la información.

En este contexto, nos encontramos ante la necesidad de plantearnos qué estrategias, de entre las diversas que existen, permitirá la construcción y asimilación de la información que nos ofrece esta era. Los enfoques sobre el aprendizaje han evolucionado. Actualmente predomina al de “construcción del conocimiento” o “constructivismo”. Para la construcción de conocimientos, los organizadores gráficos, y de entre ellos lo mapas conceptuales principalmente, son las herramientas más poderosas y se presentan como las mas idóneas en el proceso de aprendizaje significativo.

Según Pearson y Spiro (citado por Cárdenas, 2004), todo lo que una persona percibe o aprende lo almacena en el cerebro por categorías cognitivas llamadas esquemas. Es decir, cuando una persona escucha o lee una palabra no la asocia con la definición del diccionario, sino que activa su esquema referente a ese término, el cual puede incluir actividades, descripciones o características. Por lo tanto, el esquema se refiere a las asociaciones y a las imágenes visualizadas en la mente cuando uno lee una palabra o frase. Según los procesos de aprendizaje y los propias experiencias que los sujetos desarrollan, estos esquemas pueden ser más extensos y complejos. Piénsese en un aprendiz y un maestro, los esquemas que posean cada uno sobre el concepto de ciencia se diferenciarán según los conocimientos que tengan y las experiencias que hayan vivido.

Para el constructivismo, el aprendizaje es una representación de contenidos de conocimientos, en forma de esquemas, que se integran a otros ya establecidos en la mente del sujeto y construyen otros nuevos, mediante la modificación, enriquecimiento o diversificación de los mismos. Son estos esquemas iniciales, o conocimientos previos, que Ausubel resalta en su teoría del aprendizaje significativo. Novak lleva a la práctica este planteamiento y establece las bases teóricas y técnicas de los mapas conceptuales como producto de la interpretación de la teoría de Ausubel.

Pero ¿qué son los mapas conceptuales? Los mapas conceptuales son herramientas de representación de los marcos conceptuales-proposicionales y de significado que se poseen para un concepto o grupo de conceptos (Novak, 1998). El mapa conceptual es un recurso esquemático para presentar un conjunto de significados conceptuales incluidos en una estructura de proposiciones. Propone un resumen esquemático de lo aprendido, ordenado de una manera jerárquica (Ontoria, Gómez y Molina, 2002). Hay que leerlos de arriba abajo, de los conceptos de orden superior –más generales-, en la parte de arriba, a los de orden inferior –más específicos-, en la parte de abajo. Poseen, asimismo, íntervínculos que muestra las relaciones entre ideas de distintos segmentos del mapa.

Por lo tanto, en la consecución de conocimientos, hay una gran diferencia entre el aprendizaje significativo y el aprendizaje memorístico –tan arraigado en nuestras escuelas. Si nos dieran un documento, del cual tengamos que extraer el conocimiento relevante, el aprendizaje memorístico equivaldría a “fotocopiar” el documento, mientras que el aprendizaje significativo “reorganizaría” el mismo, adaptando la nueva información con la que ya se tenía. En el aprendizaje significativo la nueva información se relaciona con las ideas que ya se conoce. En el memorístico, se memoriza la información nueva sin relacionarla con los conocimientos anteriores.

En la búsqueda de la aplicación de la teoría de Ausubel, Novak y sus colaboradores descubren que “a medida que los alumnos incrementaban su habilidad y experiencias para construir mapas conceptuales, comenzaban a informar de que estaban aprendiendo a aprender; se les daba mejor aprender de modo significativo y se daban cuenta de que disminuía o desaparecía su necesidad de aprender de memoria”.

El proceso de crear mapas conceptuales, como organizador previo a la cesión de clase de instrucción o como facilitador del aprendizaje, hace que el estudiante se percate de que posee conocimientos relevantes para el nuevo tema, lo que incrementa su motivación para aprender de modo significativo. Ayudan a planificar la instrucción, en el sentido de construir sobre las ideas válidas ya existentes y disminuir las posibilidades de reforzar las no válidas. Ausubel remarcaba que el factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el aprendiz ya sabe. En consecuencia, hay que determinarlo y enseñarle.

La comprensión lectora juega un papel fundamental en el aprendizaje significativo y la elaboración de mapas conceptuales, además de otras habilidades (se realiza la codificación de la información en sus cuatro procesos básicos: selección, abstracción, interpretación e integración). Como apunta Novak: “Construir un mapa requiere una creatividad considerable para organizar su estructura, seleccionar los conceptos importantes y relevantes que hay que añadir y buscar los íntervínculos destacados que indican las relaciones entre los conceptos de las diversas partes del mapa”.

En conclusión, la utilización de los mapas conceptuales convierte al aprendizaje en significativo, le transfiere la responsabilidad de esta actividad al estudiante, pues el aprendizaje no es una actividad que se pueda compartir. Al tener como características la selección y jerarquización de conceptos, además del impacto visual, la elaboración de este organizador gráfico potencia un desarrollo holístico de las capacidades del alumnado, además de que expresan de forma distinta lo que dice el texto, brindan los conceptos de manera personal y son más fáciles de aprender.

Antonio Yugra

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


ANTÓN, Luis. Fundamentos del aprendizaje significativo. Lima: San Marcos, 1999.
CÁRDENAS, Manuel. De la lectura comprensiva a la organización del aprendizaje. Lima: Instituto de Pedagogía Popular, 2004.
NOVAK, Joseph. Conocimiento y aprendizaje: los mapas conceptuales como herramientas facilitadoras para escuelas y empresas. Madrid: Alianza, 1998.
ONTORIA, Antonio, GÓMEZ, Pedro y MOLINA, Ana. Potenciar la capacidad de aprender a aprender. Lima: Orbis Ventures, 2005.